Michèle, de unos cincuenta años, no tiene hogar y vive en el aeropuerto de Orly, donde lleva una vida dura y solitaria. Theo, un joven con discapacidad mental, trabaja en el aeropuerto y vive con su "tía" que lo sobreprotege desde que fue abandonado por su madre. Cuando Michèle decide encontrar a su hijo en Lisboa, Theo acepta ingenuamente llevarla hasta allí, pero lo que ella no sabe es que él sólo tiene un coche sin permiso... Luego se embarcan en una aventura por las carreteras rurales, haciendo Seguimos a personas a las que no miramos, en caminos que nunca tomamos.