La Juventud, como se le conoce en Hispanoamérica y España, narra con pulcritud y sin dejar escapar ningún detalle la historia de dos viejos amigos, llamados Fred y Mick, que se adentran en los últimos años de la vejez. Ambos están cerca de cumplir 80 y, como es habitual, son arropados por melancolía y recuerdos de lo que no hicieron, aunque puede que aún estén a tiempo.
Un viaje a un pequeño hotel, pero elegante y muy acogedor, será una buena terapia paro este par, pero antes tendrán que pasar por muchos apuros que convertirán la historia en una aventura muy entretenida.
Me encantó La Juventud, me pareció una obra de arte cinematográfica en la que la música, los paisajes y la actuación de los actores se mezclan en una historia de vida, amor y reflexión sobre la vejez y la juventud.